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Increiblemente maravilloso,
volver sentir de nuevo tus caricias,
donde se vuelven mis locos deseos
y me transportan al cielo sublime.
Esta noche es inolvidable,
tu recorriendo mi piel,
yo dejando en cada beso los recuerdos;
tratando de explicarte que es el fin,
de tan bellos momentos.
Besame, muerdeme, entregate
que mi deseo te lo pide,
y entre besos y caricias
te dire, adios para siempre.
Increiblemente, maravilloso
el despedirme de ti, amandonos
volver a probar tus labios
y dejarlos morir ...
Todos los días oyes mi voz,
Cuando en las ramas del cedro empiezo a trinar;
Y me sonríes y miras con tierno amor,
Y te saludo con mis alas al volar.
Observo como vives, a donde y con quien vas,
Tú no te das cuenta, no ves más allá;
Imito otros cantos para no fallar,
No quiero perderte jamás.
Me abres las ventanas del amor,
Alimentas con tus besos mi pasión;
Y el asomarme en las mañanas al balcón,
Son las ganas de sentir tu calor.
Las puntas doradas de mis dedos,
Revolotean cuando te ven llegar;
Mis ojos ya no pueden esperar,
A que me dejes volar en tus brazos.
Todas las tardes me voy a despedir,
Tú te asomas por la reja blanca;
Me das siempre una esperanza,
Y te canto para que puedas dormir.
Tal vez no escuchas mis pasos,
Por que la lluvia de mis ojitos las cubre;
Y todo en mí parece un derrumbe,
Al no sentir tu piel con mis manos.
Soy gorrión que alegra tus mañanas,
Jilguero que ilumina tu existir;
No me dejes sin ti ya vivir,
Permite que sea canario de tus tardes.